120 jóvenes del Regnum Christi de Colombia y Venezuela viajarán a la JMJ de Lisboa
Del 1 al 6 de agosto, un grupo de 81 jóvenes de Colombia y 39 de Venezuela, acompañados por cuatro sacerdotes, cuatro consagradas y un hermano, viajará a Lisboa para representar al Regnum Christi en la Jornada Mundial de la Juventud junto al Papa.
25 de ellos comenzarán su peregrinación una semana antes realizando el Camino de Santiago. El punto de partida será Tui, España, y seguirán el camino portugués hasta llegar a Santiago de Compostela. Durante cinco días, recorrerán los hermosos paisajes y sitios de peregrinación en su trayecto, finalizando su recorrido el 31 de julio en Fátima, donde se unirán al resto del grupo para dirigirse juntos hacia Lisboa al encuentro con el Papa.
Esta experiencia representará una oportunidad única para los jóvenes del Regnum Christi, quienes podrán fortalecer su fe, compartir con jóvenes de todo el mundo y encontrarse con el Santo Padre en un ambiente de fraternidad y espiritualidad.
Entrevistamos al Padre Alexis Gatica L.C, auxiliar de la sección masculina de jóvenes de Medellín, quien acompañará al grupo que también hará el Camino De Santiago y va por primera vez como capellán a la JMJ.
¿Qué consejo le das a los 120 jóvenes que van del territorio y a los jóvenes en general?
«A quienes irán a la JMJ les invito a ir con un corazón abierto y bien dispuesto. Corazón abierto a lo que Jesús, María y toda la Iglesia les quieren compartir en esos días. Corazón dispuesto preparándose desde ya, porque incluso los mejores regalos pueden ser mal recibidos. Los mejores regalos merecen ser recibidos en las mejores disposiciones, pues solamente así pueden ser valorados y gozados. Y a quienes no podrán asistir (debido a trabajos, estudios o imposibilidad física, económica, etc.), les invito a acompañarnos desde la oración. Serán días demasiado intensos y necesitamos de una fuerza especial para poder acoger y asimilar todo lo que se viene».
¿Qué es lo que más te emociona de ir a la JMJ cómo capellán?
«Tengo que decir que es a la primera JMJ a la que me toca ir como capellán. En los años anteriores, por diferentes situaciones, no me fue posible asistir. Y obviamente tengo mucha ilusión y siento una gran responsabilidad al apoyar a los jóvenes para que puedan vivir una experiencia única en sus vidas. No quiero estorbar la acción de la gracia de Dios en sus corazones y quiero ser más bien facilitador».
¿Por qué vale la pena vivir una JMJ?
«Como se dice, «no vale la pena; vale la vida». La JMJ no es simplemente un macro evento eclesial, o una mera peregrinación de personas pías. Es un momento único de la gracia, donde los jóvenes pueden ampliar los horizontes de su fe (acostumbrada a ver lo poco que ven a diario en sus parroquias o grupos), fortalecer su experiencia de Cristo y de la Iglesia (al poder compartir la alegría de creer con otros jóvenes de diferentes partes del mundo) y renovar su opción por Cristo (porque nadie permanece igual después de ver un Cristo vivo y una Iglesia viva). Es realmente una inversión de vida y creo que nadie se arrepiente de vivir una experiencia como esta».