«Un encuentro con la identidad masculina a través de la fe». Cursillo de señores del Regnum Christi en Venezuela
En el emblemático Hotel Humboldt de Caracas, Venezuela, se llevó a cabo el cursillo de señores que congregó a 49 participantes provenientes de Barquisimeto y Caracas. El evento, guiado por el P. Adolfo Güémez Suárez, LC, director de la sección de señores de Monterrey, abordó el tema “La travesía de la masculinidad” mediante dinámicas de reflexión personal y grupal, fortaleciendo la espiritualidad y la identidad cristiana de los asistentes. El cursillo también contó con la participación del laico consagrado Dermot Tennyson, quien presentó la consagración de las empresas a Dios a través de la iniciativa His Way at Work (HWAW).

A la izquierda el laico consagrado Dermot Tennyson y al costado derecho el P. Adolfo Güémez Suárez, LC
Una travesía interior para descubrir la masculinidad auténtica
Durante el cursillo, los asistentes participaron en caminatas de aventura, misa diaria, hora santa y espacios de trabajo tanto personal como grupal, que reforzaron la mística y espiritualidad del Regnum Christi. La experiencia dejó huellas profundas en los corazones de los presentes, quienes compartieron testimonios de transformación interior.
Jesús Antequera, participante de Barquisimeto, expresó con emoción: «Este fin de semana Dios sigue sorprendiéndome. En este cursillo pude vivir de una manera muy especial el amor de Dios, el llamado que tenemos a vivir nuestra primera vocación, la de ser hombres de Dios y que en cada situación podamos ayudar a crecer y ser mejores a todos los que nos rodean».
Desde Caracas, Antonio Manocchio vivió su primer cursillo y destacó la importancia del aprendizaje recibido: «Pude conocer a fondo todas las etapas de la masculinidad. El objetivo ahora es multiplicar el mensaje y llevarlo a más hombres para que transformemos a nuestra sociedad».
Por su parte, Noé Oliveira también de Caracas, compartió: «El cursillo fue una experiencia transformadora. En mi opinión un encuentro con la identidad masculina a través de la fe, el desarrollo de la fortaleza interior y el aprendizaje de cómo vivir una masculinidad auténtica y con propósito».
El cursillo no solo brindó espacios de formación y reflexión, sino que también se consolidó como un verdadero encuentro de fraternidad, oración y profundo crecimiento espiritual. En este ambiente, los participantes redescubrieron su vocación como hombres de fe, regresando a sus labores diarias con el firme propósito de ser agentes de cambio, impulsados por una masculinidad renovada, enraizada en la gracia, el propósito y la identidad cristiana.

Charla grupal durante el cursillo.