Cursillo para jóvenes en Rionegro: «Una renovación de mi vocación laical»
Del 7 al 10 de junio de 2024, el Centro Vocacional de Rionegro acogió un cursillo para jóvenes varones sobre la historia y el carisma del Regnum Christi. Este evento contó con la participación de 30 jóvenes y fue dirigido por los laicos consagrados José Mateos y Daniel Bizzo. Las ponencias estuvieron a cargo del P. César Tobón, L.C, quien ha colaborado con el Archivo Histórico General en la Sede de la dirección general.
Siguiendo la invitación del Papa Francisco a «poner atención en la propia historia» como algo «indispensable para mantener viva la identidad y fortalecer la unidad de la familia y el sentido de pertenencia de sus miembros», el cursillo incluyó sesiones frontales, talleres por grupos homogéneos y actividades de recreación. Cada jornada concluyó con un espacio de adoración al Santísimo Sacramento.
Juan Pablo Christianssen, joven de la sección de Bogotá y excolaborador en Chihuahua, expresó: «El cursillo del Regnum Christi me permitió compartir un carisma que nos da un propósito común: hacer el Reino de Cristo presente en la Tierra. No somos ‘huéspedes’ en la Iglesia, estamos en nuestra casa. ¡Por eso tenemos que hacernos cargo de ella!».
Por su parte, José Manuel Buitrago comentó: “A mí me parece que este cursillo ha sido unos ejercicios espirituales sobre el carisma. Me reafianzó la convicción de que el Regnum Christi es un llamado de Dios, individual en distintas realidades pero todos miembros de un mismo carisma, con la misma misión y propósito. Me llevo una renovación de mi vocación laical y el deseo ávido de entrar en la realidad y salvarla del influjo del pecado. Entendiendo mi rol como parte viva y no simplemente huésped de la casa de todos, nuestra Iglesia. Por eso estamos llamados a hacernos cargo de ella con la caridad de Cristo que nos apremia a colaborar con Él en la instauración de su reino».
El P. Carlos Ortiz, director territorial de los Legionarios de Cristo, presidió la Misa conclusiva, invitando a todos «a vivir con esa humildad que nos permite tanto acoger nuestra historia como tener confianza de que Dios es siempre capaz de vencer el mal con el bien».