“Hacerse compañero de camino”. Encuentro de formadores de los Legionarios de Cristo en Colombia.

Del 11 al 16 de noviembre, el centro vocacional de Rionegro fue el escenario del encuentro de formadores de la Legión de Cristo, un evento anual coordinado desde el Área de formación inicial de la Dirección General de la Congregación en el que los formadores de todas las etapas de la vida religiosa se reúnen para compartir un espacio de intercambio, reflexión y capacitación.

Con el lema «Hacerse compañero de camino», el encuentro reunió, entre otros, a todos los rectores de apostólicas e instructores de novicios, a los rectores de las etapas de Humanidades, Filosofía y Teología; al perfecto general de estudios de la Congregación y a varios conferencistas expertos, quienes abordaron temas como la transición entre etapas formativas y la implementación de programas adaptados a la realidad de los adolescentes y jóvenes.

El encuentro reunió, entre otros, a todos los rectores de apostólicas e instructores de novicios, a los rectores de las etapas de Humanidades, Filosofía y Teología.

De acuerdo con el padre Daniel Villaseñor, L.C, rector del Centro vocacional de Rionegro y anfitrión del evento, este encuentro marcó un hito al ser el primero de su magnitud en el territorio. «Fue una gran oportunidad para crear sinergias entre los formadores, abordando los procesos formativos desde el noviciado hasta la ordenación sacerdotal. Todo esto con una visión progresiva y realista, adaptada a las necesidades actuales de los jóvenes», afirmó.

La formación, un camino compartido

Uno de los logros más significativos del encuentro fue la capacitación específica para los distintos rectores e instructores, que aportó herramientas para enriquecer el trabajo formativo en cada centro en aras a ofrecer «una formación humana, espiritual, apostólica e intelectual que no solo responda a ideales, sino que toque la realidad histórica, cultural y social de los jóvenes», señaló el P. Villaseñor.

Para los diversos participantes, este encuentro constituyó una oportunidad para enriquecerse con las experiencias y aprendizajes de otros lugares, así como para generar sinergias en favor de una formación integral y progresiva. Esto reafirma que la formación no es solo una tarea, sino un camino compartido.