«Los misioneros caminan con el pueblo de Dios». Así se vivieron las misiones de Semana Santa en el territorio

Durante la Semana Santa de 2024, 2,266 misioneros del territorio llevaron el mensaje del Evangelio a unas 21.250 personas en 174 comunidades de Venezuela, Colombia y Ecuador, llegando a más de 6.600 familias en 18 diócesis.

Misiones en Ecuador

«Los misioneros caminan con el pueblo de Dios», esta fue la reflexión de una misionera de Quito al contemplar la imagen de una procesión y darse cuenta del significado profundo de este apostolado. En Ecuador, un total de 93 personas, entre jóvenes y familias visitaron seis comunidades llegando a unos 250 hogares.

La consagrada María Elena Miranda y un grupo de Familia Misionera durante las visitas a las casas en Ecuador.

«Pensé que iba a ayudar y dar mi tiempo y entrega, pero me llevé más de lo que me esperaba, salí con el corazón lleno, pero también con muchas ganas de seguir. Sentí el llamado de Jesús para unirme por primera vez con mi familia a las misiones y me encontré con Él en cada familia que visitábamos, en cada momento de oración y en cada persona que conocíamos». Señala María Leticia Burneo.

Misiones en Venezuela

En Venezuela 1.122 misioneros, entre adolescentes, jóvenes y familias enteras de las localidades de Caracas Barquisimeto y Valera visitaron diferentes estados y diócesis del país atendiendo a más de 100 comunidades, algunas de ellas tan retiradas como la de Canaima, en la gran sabana venezolana. Uno de los aspectos más relevantes de la misión es la posibilidad de acercar los sacramentos a muchas personas que no cuentan con la presencia permanente de sacerdotes. En esta ocasión, solo en Venezuela, se llevaron a cabo más de 200 bautismos, 8 primeras comuniones y cerca de 100 santas uniones.

Grupo de Familia Misionera BarquisimetoEsta oportunidad de llevar la gracia de Dios hace de las misiones una experiencia trasformadora, como lo señala Andrea Barón, miembro de Juventud Femenina de Caracas: «Al inicio, enfrenté desafíos como el calor y las largas caminatas. Sin embargo, con el tiempo, experimenté una transformación interior que me hizo sentir que estaba verdaderamente sirviendo a Dios. Aprendí a valorar más a mi familia y a encontrar satisfacción en cada tarea que realizaba. Estas misiones fueron una experiencia profundamente transformadora que me llenó de gratitud».

Misiones en Colombia

En Colombia, se movilizaron 1.051 misioneros de las localidades del eje cafetero, de Medellín y de Bogotá, a quienes se unió un grupo de Ibagué. Adicionalmente, se contó con un grupo familias misioneras de Bucaramanga y con misiones médicas en tres zonas distintas del país. En total, la labor de los misioneros llegó a unas 8.200 personas.

María del Carmen Montoya, del equipo administrativo del Regnum Christi, quien se unió al grupo de Familia Misionera de Medellín junto con otros colaboradores de la organización, compartió su experiencia, expresando: «Me conmueve ver cómo cada misionero es un apóstol, donde su testimonio, calidez, cercanía y amor permiten que los miembros de la comunidad manifiesten frases tan conmovedoras como la de una anciana muy necesitada de la vereda que visitamos: «No ven en mí pobreza, ven en mí a Dios».

Durante las misiones médicas en Colombia se realizaron unas 1.500 consultas y se entregaron donaciones de medicamentos.

Misiones médicas para mí fue ver el rostro de Jesús vivo en cada comunidad que atendimos, en cada niño, en cada abrazo y en cada enfermedad y dolor donde Jesús a nosotros nos usaba como instrumentos para sanar, sobre todo, sus corazones».

Daniela Clavijo, de las misiones médicas de Bogotá.

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