«Las parroquias deben ser lugares de vida y de formación de apóstoles» Entrevista al P. Rogelio Villegas, L.C. primer rector de la basílica de Notre-Dame de Boulogne.
Desde pequeño, el padre Rogelio Villegas LC soñaba con salir de Colombia para llevar el mensaje del Evangelio al mundo. Aunque nunca imaginó convertirse en párroco, hoy asume el cargo de rector de la nueva basílica menor de Notre-Dame de Boulogne, ubicada en la zona metropolitana de París. En esta entrevista, el padre Villegas nos habla de su nueva misión, del proceso de elevación de la basílica menor y de los retos de enriquecer la vida parroquial desde el carisma del Regnum Christi.
El P. Rogelio Villegas, LC, nació en Yarumal, Antioquia, en 1983. Ingresó al Centro vocacional de Rionegro en 1996 y realizó su noviciado en Medellín. Cursó sus estudios de Humanidades en Salamanca, España, y los de Filosofía y Teología en el Ateneo Pontificio Regina Apostolorum, en Roma. Fue ordenado sacerdote el 12 de diciembre del 2015. Ha desarrollado su ministerio apostólico en Francia, donde se ha desempeñado como director del ECYD de París, miembro del equipo de la pastoral parroquial de Notre Dame de Auteuil y desde 2021 ejerce su ministerio como párroco de Notre Dame de Boulogne.
¿Qué significado personal tiene para usted asumir esta nueva misión?
Estamos viviendo un momento importante de fuerte efervescencia religiosa en Francia. El incendio y la reapertura de Notre-Dame de París son una muestra de ello. Dios me pone en este lugar privilegiado de la zona metropolitana de París para acompañar desde nuestro carisma este momento en que tanta gente vuelve a la Iglesia. Se han multiplicado los bautismos de adultos, pasando de dos a treinta y cinco solicitudes al año. Con mis hermanos de comunidad nos reímos porque una vez que te sientas a confesar no sabes cuando te vas a parar. A esta necesidad sólo podemos responder desde nuestro carisma: formando apóstoles que acojan, acompañen y formen a otros apóstoles.
En lo personal, me siento muy bendecido y, a veces con un santo vértigo al pensar que ese niño de Yarumal, que fue uno de los primeros alumnos de la escuela apostólica de Colombia, sea ahora el primer rector de la basílica de Notre-Dame de Boulogne.
En nuestro territorio aún no contamos con la figura de los Legionarios de Cristo como párrocos, ¿Cómo se combina esta misión con el carisma del Regnum Christi? ¿Cómo llega un Legionario de Cristo a ser párroco?
No es sencillo, creo que estamos todavía aprendiendo a acompañar parroquias desde nuestro carisma. Dos elementos me parecen importantes. El primero es la imagen del software y hardware. El espíritu y la metodología del Regnum Christi son un software que transforma cuando logra adaptarse a la realidad del hardware. En segundo lugar, la parroquia es una realidad canónica universal, pero muy diferente en función de países y de culturas. En Francia, la transformación misionera y la fuerza de la Iglesia está en las parroquias, no es el caso de todos los países. Para ser párroco, nuestra congregación pone a disposición de una diócesis un legionario en una parroquia que reúne las características para que nuestra comunidad y nuestra misión puedan realizarse coherentemente. A decir verdad, nunca pensé que un día sería párroco, pero desde mi llegada a Francia en 2015 mi ministerio, incluso como director del ECYD ha sido básicamente parroquial.
¿Cómo el carisma del Regnum Christi puede enriquecer la vida de sus parroquias locales y fortalecer la evangelización?
Las parroquias son una verdadera bendición, gracias a mi parroquia yo soy bautizado y esta es la fuente de la vida cristiana. Pero tenemos que repensar la misión de la parroquia en una cultura que cambia y a veces de manera diametralmente opuesta al Evangelio. Las parroquias no pueden ser simplemente distribuidoras de sacramentos, tienen que ser lugares de vida y de formación de apóstoles que vayan a la búsqueda de las ovejas, de todas, y que las alimenten una vez que están en el redil. Espero que desde nuestro carisma podamos acompañar y ayudar a otras parroquias a vivir este proceso de transformación pastoral.
¿Qué significa que una iglesia sea elevada al estatus de basílica menor?
Cuando una iglesia es elevada al estatus de basílica, adquiere un título especial otorgado por el Papa, que la distingue por su importancia histórica, cultural, arquitectónica o espiritual dentro de la Iglesia Católica.
La ceremonia de elevación será el 12 de enero de 2025, al inicio del año jubilar. Este evento ha requerido una estrecha colaboración con el municipio, el departamento y el ministerio de cultura, quienes aún trabajan en la restauración, cuyo costo asciende a 13 millones de euros y se estima que dure cuatro años.
¿Qué cambios y oportunidades traerá el estatus de basílica menor para la comunidad de fieles de Notre-Dame de Boulogne y sus peregrinos?
En primer lugar, durante el jubileo que está por empezar, seremos uno de los epicentros de la actividad y de la catequesis. La basílica, a diferencia de la parroquia, tiene un alcance que va más allá del territorio y, sin duda, la acogida de la pastoral para hispanohablantes seguirá desarrollándose en los próximos años. Todo esto sin olvidar todo el trabajo de catequesis y de calidad litúrgica en el canto y en la celebración, porque la liturgia -no se nos puede olvidar- es el primer lugar del encuentro con Cristo.
¿Cuál es la visión de la comunidad parroquial para Notre-Dame de Boulogne como basílica menor y santuario diocesano?
En este periodo en que la Iglesia nos invita a fortalecer la sinodalidad entre los bautizados, y el Regnum Christi al lanzamiento de comunidades de apóstoles, hemos trabajado con un grupo de laicos para expresar una visión de nuestro santuario para los cinco años que vienen: «Nuestra basílica, santuario diocesano, es una comunidad acogedora, reunida por el Espíritu Santo en torno a celebraciones alegres. Cada persona está llamada a hacer un encuentro personal con Jesucristo que le envía a ser testigo del amor de Dios por todos. Parroquia misionera, ella es un faro para el municipio y movida por la presencia maternal de María».