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Seis hermanos Legionarios de Cristo del territorio son instituidos en el Ministerio del Acolitado
El pasado mes de marzo, 17 hermanos de segundo año de la comunidad de Teología de los Legionarios de Cristo en Roma fueron instituidos acólitos, seis de ellos del territorio Colombia- Venezuela, en una concelebración eucarística presidida por el P. John Connor, LC en la capilla de la sede de la Dirección General.
Los nuevos acólitos instituidos del territorio son los hermanos: José Luis Martínez (Panamá), Daniel Fernández (Colombia), Robert Newman (Venezuela), José Romero (Venezuela), Enmanuel Toro (Venezuela) y Daniel Zapata (Colombia).
«Para mí, esto ha sido un regalo muy significativo. Por un lado, fue emocionante estar acompañado por mis hermanos, con quienes la mayoría llevamos muchos años de formación y hemos compartido los momentos más importantes de nuestra vida juntos. Por otro lado, este paso representa una mayor responsabilidad y conciencia de lo que implica servir en el altar y distribuir la Santa Eucaristía a los fieles. Me exige una mayor necesidad de cercanía con Cristo en la adoración diaria. Personalmente, me ayudó a ser más consciente de que en unos años, no solo la distribuiré, sino que, con la gracia de Dios, la consagraré». H. José Luis Martínez L.C de Panamá.
El H. José Luis Martínez L.C, recibiendo la patena de manos del P. John Connor, L.C.
«El haber recibido el ministerio del acolitado es un regalo muy especial en mi camino hacia la ordenación sacerdotal que me permite servir y tener una mayor cercanía con Jesús en el altar. Agradezco a Papá Dios y Mamá María que siempre me guían para seguir discerniendo y preparándome para mi futuro sacerdocio. No me canso de “dar gracias al Señor porque siempre es bueno, porque eterna es su misericordia” (Cf. Salmo118)». H. Robert Newman L.C. de Venezuela.
El H. Robert Newman, L.C., recibiendo la patena de manos del P. John Connor, L.C.
Por el Ministerio del Acolitado, el acólito queda instituido para ayudar al diácono y prestar su servicio al sacerdote, para cuidar el servicio del altar y asistir en la liturgia, principalmente en la celebración de la Misa; además distribuir, como ministro extraordinario, la Sagrada Comunión.
